La noticia saltaba la semana pasada: Movistar deja de
subvencionar terminales móviles a partir del 1 de Marzo. Es la primera empresa grande de telefonía que
apuesta por este sistema, un auténtico suicidio. El panorama en España en el
mundo del móvil es el siguiente: por un lado tenemos a Vodafone, Orange y
Yoigo, con terminales subvencionados y tarifas que van cambiando pero son más o
menos parecidas, aunque aumenta el precio de los terminales. Por otro lado las
denominadas OMV, Operadoras Móviles Virtuales, muy numerosas, con unas tarifas
muy económicas y sin subvención de terminales, como PepePhone, MásMovil o
Symio. Ahora Movistar abre un nuevo frente.
No se parece a ninguna de las anteriores. Movistar hará que
los usuarios que quieran apostar por la operadora, además de la tarifa, tengan
que pagar a plazos el terminal que adquieran. Es decir, Movistar se convierte
en una mezcla de las dos versiones de las que hablaba antes pero coge lo peor
de cada una. No subvenciona teléfonos, que es lo único que les falta a las OMV
para hacerse dueñas absolutas del mercado móvil español, pero tampoco tiene las
tarifas de estos, sino que encima son incluso peores que las de Orange,
Vodafone y Yoigo.
Movistar ha decidido darle importancia ahora al SMS, como si
estuviéramos en los años noventa. Justo cuando se empieza a hablar de la más
que posible desaparición de este sistema gracias a la mensajería instantánea,
Movistar decide apostar por los SMS. O eso por lo menos es lo que demuestran
con sus tarifas para hablar y navegar. La más barata, de 21 euros, no incluye
llamadas los días de diario, pero sí SMS ilimitados. ¿Quién necesita hoy en día
SMS cuando WhatsApp se ha encargado de reventar el mercado de las
comunicaciones vía texto? Eso se deben preguntar los usuarios que, como yo, han
consultado las tarifas para una posible portabilidad.
Pero no sólo eso. Como he dicho, a la tarifa más barata de
cerca de 25 euros IVA incluido hay que sumar el pago fraccionado del terminal,
lo que supondría unos 20 euros al mes. De esta manera el usuario pagará entre
40 y 50 euros por un teléfono pagado a plazos, SMS ilimitados, 500 Mb de
Internet ilimitado y 250 minutos los fines de semana. Comparando esta tarifa
con las demás operadoras, entenderán por qué en el título pone que la operadora
más grande de España se suicida.