Desde que Nokia anunció que se comprometía con Microsoft y
no con Google para hacer teléfonos con Windows Phone 7 en su interior y no con
Android, el debate se abrió. Por un momento mucha gente pensó que Microsoft
haría con Nokia como Google con Motorola, comprar la división de móviles y
hacerla suya como reclamo a los Windows Phone 7 que están por estrenarse.
Pues nada más lejos de la imaginación. El rumor proviene nada
más y nada menos que del banco más importante de Finlandia, el Danske Bank. Según
esta información, Nokia pasaría a ser de Microsoft en 2012, es decir, en tan
solo unos meses. Con Nokia en su poder, la capacidad de desarrollo de Windows
Phone 7 sería mucho mayor que la que tienen en la actualidad, pero hay muchos
peros en el camino.
El primero de ellos es que Europa imagino que pondrá trabas
a la venta, más que nada porque, después de dejar escapar a Siemens hace unos
años, es la única fabricante de teléfonos móviles que queda en Europa, y ha
sido y es subvencionada en sus diferentes desarrollos. Por otro lado, el resto
de empresas fabricantes de dispositivos móviles tendrán algo que decir, pues
esta compra no les viene muy bien para sus intereses. HTC o Samsung deben estar
que trinan.
Lo único que podemos decir con certeza es que la filial de
Nokia no se trasladaría a Estados Unidos, según ha declarado Stephen Elop, CEO
de Nokia, y se quedaría en Finlandia. Si llega a producirse esta venta el
panorama que habría sería interesante: por un lado Apple y su IPhone, líder del
mercado como marca única, por otro Google, que se ha hecho con Motorola para
sus desarrollos y cuyo sistema operativo, Android, está en móviles de numerosas
marcas como HTC, Sony Ericsson o la gran Samsung, que juega a todo y parece que
siempre sale ganando. Por último quedaría Microsft con Nokia y con un sistema
operativo que acaba de llegar y parece que empieza a dar mucha guerra.
Aun así siento lástima por Nokia. Una empresa europea que
fue el líder del mercado móvil hasta hace unos pocos años y que por su forma de
llevar las cosas ha quedado en nada. Si hace diez años nos cuentan que Nokia
vendería su división móvil porque no es rentable para la compañía, y que
prefiere pertenecer a Microsoft, diríamos que el mundo se ha vuelto loco. Y loco debe de estar.
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