Después de tres días de problemas que han hecho que los
usuarios de Blackberry no tengan
conexión de datos en Europa, África y Oriente Medio, lejos de resolverse la
incidencia, nos enteramos de la mano de RIM que los problemas se extendían a
India, Brasil, Chile y Argentina. Hoy ha caído México y, por fin, Estados Unidos
Son ya cuatro días de protestas y comunicados por parte de
las operadoras ante una caída del servicio que parecía increíble si no hubiera
pasado. Blackberry tiene sus propios
servidores y, según han comunicado ellos mismos, el problema se debe a que un core switch no hizo su trabajo para
desviar el tráfico a servidores alternativos. El rato en que los usuarios
recuperaron el servicio se debió a que el problema se había solucionado, pero
toda la información retenida por la incidencia entró de golpe a los servidores,
que no pudieron soportarlo, y así la incidencia continúa.
Es una absoluta vergüenza que Blackberry y RIM no tengan la capacidad de solucionar una
incidencia de este tipo de manera inmediata, ¿se imaginan que cae Google durante cuatro días?, pero es todavía más vergonzoso que los
usuarios, que pagan por un servicio que no están recibiendo, no sean informados
por parte de la empresa, que les cobra. Han dejado la pelota en el tejado de
las operadoras, que si bien todo criticamos sus políticas, en este caso han
trabajado de manera encomiable y han estado lanzando comunicados oficiales
desde el momento de la incidencia cada hora y media. No tienen la culpa de nada
de lo que está pasando, es Blackberry la única culpable.
Desde las redes sociales los usuarios, furiosos, piden
cuentas a las operadoras, indemnizaciones que merecen por la falta de un
servicio que están pagando y por el trato recibido por la empresa a la que
pagan por el servicio. Por lo que se ve las indemnizaciones son poco menos que irrisorias,
FACUA ha comunicado que las operadoras, que no tienen culpa, deberán pagar
entre 30 céntimos y un euro y medio por cada dos días de servicio. Así que la
ley que nos ampara es otra vergüenza. Y más tratándose de un smartphone, les explico la diferencia.
Usted compra un determinado terminal y no tiene por qué pagar una cuota mensual
de acceso a Internet, pero al comprar un smartphone sí, pues las
características de éste están totalmente ligadas a Internet y en cuanto usted
enciende el teléfono éste se conectará solo automáticamente.
Por todo ello, pienso
que las indemnizaciones que se pagarán están mal en todo sentido, por el
importe que se va a recibir y porque le toca pagar a las operadoras como si
fueran culpables de algo, cuando en realidad es Blackberry la que ha tenido el problema, y es más un problema de
incompetencia que técnico.
Todo esto, claro, en el supuesto caso de que Blackberry consiga arreglar el
desaguisado pues, por el momento y hasta nueva orden, sigue dormida.
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