El cambio que prepara Facebook para los próximos días,
supone la integración de dos servicios a la red social. Por un lado, y aunque a
España llegará en 2012, Netflix, empresa especializada en streaming de
películas y series, que se integrará con Facebook, pudiendo el usuario de la
red social conocer qué películas y series ven sus amigos, comentarlas o
seguirlas. Un poco lo mismo pretende Facebook con la integración de Spotify,
dando a conocer al usuario la música que escuchan sus amigos, compartirla o
comentarla.
El problema está en que muchos usuarios se han cansado de
dos cosas respecto a Facebook: por un lado, las continuas actualizaciones en el
diseño y la funcionalidad, que hacen que el usuario tenga que estar aprendiendo
dónde puede acceder a las herramientas de la red social y, por otro lado, el tema de la privacidad que, aunque bien es cierto que en parte el usuario se
queja sin razón y más bien por desconocimiento o ignorancia que por otra cosa,
las últimas actualizaciones de Facebook han destapado un par de
características, como que no se borran las cookies al terminar una sesión, que
han hecho que Facebook esté en el punto de mira tanto de usuarios como de
organizaciones, como Annonymous.
Si a todo esto le sumamos la integración de las dos
plataformas de las que hablábamos arriba, se crea una situación insostenible que tenía
que reventar por algún lado, y lo ha hecho. Multitud de usuarios se han quejado
de que, además de no poder crear una cuenta en Spotify sin estar ésta conectada
a Facebook, toda la música que escuchan en este servicio es compartida en
Facebook, por lo que la música que escuchamos desde este servicio es
información pública, sin que podamos hacer nada para evitarlo. Por ello,
Spotify ha dado un paso atrás y ahora permite una especie de navegación privada (escuchar en privado)
en la que podremos escuchar la música que queramos sin que se haga público.
Facebook quiere integrar todos los servicios posibles, para
que hagamos lo que hagamos lo hagamos desde su sitio web. El problema es que
son los propios usuarios los que critican este intento de Facebook. Tampoco es
para tanto, digo yo. Nadie obliga a Sopotify a crear cuentas gratuitas, y lo
hace, ni a poder compartir lo que escuchamos, y también lo hace. Y la solución
de escuchar música de forma privada me parece muy buena. No entiendo tanto
revuelo. Esto es muy nuevo, es la primera vez que una red social integra estos
servicios, y parece que tiene que ser todo perfecto desde el principio. El
usuario no sólo pide, sino que exige, un servicio que no paga, con el que se
puede comunicar con 800 millones de personas, y además exige que todo sea
perfecto.
Creo que nos estamos pasando. Deberíamos aconsejar, que para
eso están las betas, y esperar los desarrollos antes de criticar exaltados
cualquier nimio cambio que se produce. Y si no nos gusta, estamos hartos y
creemos que violan nuestra intimidad podemos hacer dos cosas, denunciarlo o dar
de baja nuestra cuenta. Quejarse, todos, pero nadie se da de baja, ¿por qué
será?
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