El 17 de agosto. Ésta parece ser la fecha elegida por Nokia y Microsoft para presentar el primer terminal móvil de la compañía finlandesa con Windows Phone 7. El evento, al que hace referencia la fotografía que abre este post, se celebrará en la ciudad de Colonia y será determinante para las dos compañías, que no están en su mejor momento.
Cuando se rumorea que octubre es la fecha elegida por Apple para presentar su nuevo Iphone 5, y cuando nos enteramos esta mañana que Android ya es dueño de casi la mitad de los móviles del mercado (un 47%), Nokia sale a la palestra a jugar su última carta. La compañía que hace sólo unos años fue la dueña y señora del mercado de móviles ha perdido toda credibilidad y clientela por intentar imponer su propio sistema operativo, Symbian OS, y no jugar con Android, algo que le hubiera permitido, seguro, seguir en lo más alto.

Digo que es su última carta porque está jugando a todo o nada. Principalmente porque Windows Phone 7 es un sistema operativo nuevo, con un mercado de aplicaciones al alza pero que todavía no puede compararse al Android Market o la App Store, y que además Microsoft está defraudando a los usuarios con su política. Por ejemplo cuando se prohíben algunas de las aplicaciones más vendidas para salvaguardar sus propios programas, como Whatsapp, que no tiene cabida en su tienda de aplicaciones, según Microsoft, porque ellos tienen Messenger. Y así varios ejemplos más.
Por todo esto, Nokia debería andar con pies de plomo por lo que pueda pasar. Está visto que IPhone y Android son el futuro a corto plazo, y ahora mismo tener sólo en el mercado terminales con Symbian y Windows Phone 7 puede ser peligroso para Nokia.

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